La enfermedad renal crónica (ERC), es un concepto que define a un grupo de patologías que afectan y alteran la estructura y función renal. Su incidencia se muestra incrementada por el envejecimiento de la población, el aumento de la prevalencia de sus factores de riesgo como la diabetes mellitus, enfermedad cardiovascular, hipertensión arterial u obesidad e inclusive, por el diagnóstico precoz de la misma (Bencomo O. 2015). De primera instancia la enfermedad renal crónica conlleva un estado catabólico de afección oxidativa, inflamación y desnutrición que nos lleva a la pérdida de masa muscular esquelética y deficiencia de ésta (Roshanravan B, Robinson-Cohen C, Patel K, et. al. 2013). La Organización Mundial de la Salud, en 2015 mostró una incidencia mundial de 10% para la ERC en instancias de “epidemia silenciosa”, debido a que pasa desapercibida para la población general; por lo tanto, se infiere que la incidencia de la mortalidad por enfermedad renal crónica, ajustada por sexo, fue mayor para el sexo masculino que para el femenino (54.1 vs 45.9%) (Aldrete JA, Chiquete E, Rodríguez JA, et. al. 2018).
Ahora bien, la ERC también conlleva una carga desproporcionadamente elevada de patologías cardiovasculares que se puede reflejar directamente en el desempeño físico (Roshanravan B, Robinson-Cohen C, Patel K, et. al. 2013). Además, existen pacientes con tratamiento de hemodiálisis (HD) que presentan poco hábito de actividad física (González I. Vega G. 2017). De tal manera, la intervención del fisioterapeuta en un equipo interdisciplinario encargado de los pacientes con enfermedad renal crónica y en hemodiálisis se muestra relevante, pues va a brindar beneficios en el estado físico, y por lo tanto una mejora en la calidad de vida. La fisioterapia interviene mediante el ejercicio físico que se destaca por llevar a cabo una función crucial en el aumento de la sensación de bienestar general del afectado (Hernández S, García D, Santos A, et. al. 2015). Sin embargo, estudios6 muestran que otras alternativas de los entrenamientos se han realizado con pacientes de HD. Siendo este tipo de entrenamiento enfocados hacia la resistencia, ejercicio aeróbico y la combinación de los dos.
Para este artículo, hemos realizado la búsqueda de estudios en los últimos años 10 años en las bases de datos Ebsco, Scielo, Medline, Medscape, PubMed Central, EMBASE, Redalyc, DOAJ y OVID con la finalidad de brindarle la información más actualizada y relevante para este tema. Además, se revisaron revistas especializadas como Global Initiative for Chronic Obstructive Lung Disease, American Medical Association, Journal of Internal Medicine, American College Sport of Medicine y la APTA Journal usando los operadores booleanos AND y OR (renal failure and physiotherapy) OR acute renal failure) OR Nephrology and physiotherapy) OR phys- iotherapy in Nephrology) AND Renal failure) OR renal insufficiency) OR kidney deterioration) OR acute renal failure) OR chronic renal failure AND microangiopathy) OR macroangiopathy) AND Exercise and renal Failure) y de igual manera en el idioma español.
Luego de seleccionar, revisar y filtrar los artículos para concluir este tema. Podemos deducir que la calidad de la evidencia recolectada sobre "El rol de la fisioterapia en la enfermedad renal crónica" fue buena. Debido que según Moseley et al. (Moseley AM., Herbert RD. 2002) toda investigación con un resultado post escala PEDro de igual o mayor a 5/10 pueden ser considerados como estudios de alta calidad metodológica y bajo riesgo de sesgo. Dicho esto, resaltamos que el 100% de los estudios seleccionados obtuvieron una calificación de alta calidad metodológica y bajo riesgo de sesgo por sus calificaciones mayores a 5 en la escala PEDro.
En los resultados obtenidos se encontraron con mayor relevancia los ejercicios aeróbicos, de fuerza y resistencia, provocando una significativa disminución en la debilidad muscular provocada por el sed- entarismo en el grupo experimental versus grupo control (p= 0.020), la dosificación variaba desde los 20 minutos hasta los 40 en un periodo de 8 semanas en promedio. Pacientes con ERC en HD de al menos un año, sometidos a un programa de ejercicios fuerza-resistencia, mejoraron parámetros de fuerza muscular (177,1-270,5 vs 189,6-276,2)20, capacidad funcional (73.84 ± 15.43 vs 78.46 ± 25.44)15 y calidad de vida (12.75 ± 2.46 vs 14.30 ± 2.52) (Rocha E., Mourão S., Pereira V. 2010) relaciona con la salud.
Además, un programa de entrenamiento de la fuerza muscular respiratoria mediante el uso de un vacuómetro en pacientes con ERC sometidos a HD. La prueba de caminata seis minutos y manovacuometría, y con respecto a las presiones respiratorias máximas, el presente estudio mostró la eficacia de un protocolo de fisioterapia respiratoria y motora en la mejoría de las presiones respiratoriasmixtas15. Teniendo en cuenta que la enfermedad renal crónica tiene un curso progresivo y crónico, el hecho de que los medios de las presiones respiratorias máximas hayan aumentado, incluso de una manera no estadísticamente significativa (0.60 0.64 vs 0.77-0.64; p= 0.05), puede considerarse un signo positivo (Sostena J., Figueiredo L., Santos F. et. al. 2016).
Algo importante de resaltar en la presente investigación, es que la evidencia recolectada logró determinar que una de las razones por las que los pacientes no continúan con una terapia de rehabilitación, es por las interrupciones en el tratamiento de su hemodiálisis, inestabilidad hemodinámica, complicaciones o efectos de la HD. Además, también afecta la baja adherencia al programa de fisioterapia (Kern J., Stewart A., Becker P. 2009).
También, en la mayoría de los pacientes presentan una pérdida progresiva de masa corporal en el procesos de hemodiálisis (Rios C., Oliveira F., De Jesus T. et. al. 2013). En los estudios evaluados se evaluaron a los pacientes después del tratamiento y resultó que no disminuyeron el peso corporal (74,4 ± 5,1 vs 74,3 ± 5,2)18, manteniendo su IMC posterior a la intervención (23,8-27,9 vs 23,6-28,0) (Cigarroa I., Barriga R., Michéas C. et. al. 2016), aumentaron la fuerza isométrica 4,1% y 4,3% principal- mente en músculos de miembros superiores e inferiores respectivamente, además el fortalecimiento de la musculatura participante en la respiración. Tambien, se demostró la importancia de la fisioterapia para aumentar la condición física mejorando 5,7% en relación a la evaluación inicial (Cigarroa I., Barriga R., Michéas C. et. al. 2016) y la calidad de vida (p= 0,006 vs 0,017)14 de dichos pacientes.
Dicho todo lo anterior, el fisioterapeuta es un profesional indispensable para el equipo interdisciplinario alrededor del paciente renal. Y la implementación de los programas de ejercicio en las unidades de hemodiálisis debe ser considerada como una oportunidad única para mejorar la salud de los pacientes, mediante un plan de trabajo de fuerza, resistencia intra-hemodiálisis, debido que aumenta la capacidad funcional, mejora el componente mental y la calidad de vida de los pacientes, por lo que se destaca que el ejercicio terapéutico supervisado por un profesional idoneo como un fisioterapeuta durante el tratamiento de la ERC genera resultados beneficiosos para el paciente.
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